Querido presidente y queridos socios y asociados:
Quién nos iba a decir el pasado 27 de febrero, cuando tuve el placer de asistir a un almuerzo de trabajo y posterior tertulia en La Bilbaina, que unas semanas después estaría toda la población confinada en casa con una crisis sanitaria de dimensiones impredecibles y nunca vistas por nuestra generación. A esta crisis sanitaria hay que añadir una tremenda incertidumbre económica provocada por un parón de la actividad empresarial que hace unos días habría sido absolutamente inconcebible.
Para un bilbaíno como yo, resulta impactante ver una villa vibrante y alegre, como es nuestro querido Bilbao, desierta e inactiva. La propia Sociedad Bilbaina, un club social con múltiples actividades y eventos culturales en su agenda habitual, ha tenido que cerrar temporalmente sus puertas.
A lo largo de sus 180 años de brillante historia, el club ha visto pasar por sus salones a grandes capitanes de empresa y profesionales vizcaínos a los que les tocó vivir hechos históricos como las guerras carlistas, la guerra civil, o desastres naturales, como las inundaciones de 1983, y otros muchos periodos de gran incertidumbre. En todas esas ocasiones, los bilbaínos y vizcaínos demostraron su fuerza, su resiliencia y su tesón para superar todas las dificultades y, después, volver a levantarse y seguir construyendo una sociedad cada día mejor, y seguir creando riqueza y empleo. La prueba que tenemos por delante en estos días no va a ser una excepción, y estoy seguro de que la superaremos con nota.
No tengo ninguna duda de que, dentro de no mucho tiempo, volveremos a ver la normalidad en nuestras calles y la vuelta al club de las tertulias, las partidas de billar y de bridge, las conferencias sobre cultura, empresa, historia…, y también de los eventos familiares y profesionales que suponen, entre otros acontecimiento sociales, la espina dorsal de la actividad de una Sociedad Bilbaina de la que guardo grandes recuerdos personales y donde he pasado tanto tiempo en compañía de la familia y de buenos amigos.
Como presidente de los empresarios de nuestro país, a los que hoy más que nunca tengo el enorme honor de representar, quiero trasladaros la certeza de que las empresas españolas, que están siendo un ejemplo para toda la sociedad por su admirable respuesta solidaria y proactiva ante la emergencia sanitaria que vivimos, tienen una fortaleza mucho mayor de lo que podamos pensar.
Es un hecho innegable que esta crisis sanitaria, que deriva en lo económico, es grave y seria. Estamos viviendo un momento complicado, pero no debemos olvidar que también es transitorio. Es el momento de la unidad, de trabajar todos juntos con tranquilidad, con rigor, con seriedad y con ortodoxia para superar con éxito y a la mayor brevedad posible esta situación.
Porque este es un reto de todos, y estoy convencido de que sumando todos los esfuerzos, como estamos haciendo, vamos a lograrlo.
Quiero mandaros a todos y cada uno de vosotros un saludo afectuoso y mucho ánimo.
D. Antonio Garamendi
Presidente de la CEOE