SEGUIMOS EN SOCIEDAD
Queridos socios y asociados:
Atendiendo la sugerencia de nuestro Presidente, en la carta que nos ha dirigido y cuyos términos hago míos en su integridad, me permito expresar algunas consideraciones, como sigue.
Desde que yo recuerde, había una constante en los mensajes que recibía y no era otra que contemplar siempre el lado positivo de las cosas, fuese como fuese el escenario que tocara en suerte.
Ahora toca lidiar con un fenómeno negativo, desconocido en nuestra generación, pero que será superado. El hombre ha sido capaz de afrontar retos mucho más difíciles y ha conseguido siempre volver a la normalidad, capitalizando enseñanzas y experiencias, que le han servido para hacer frente a nuevos desafíos.
Como la mayor parte de los ciudadanos, me encuentro en casa, en esta especie de arresto domiciliario benigno, situación de la que hay que sacar todo el provecho posible.
Disponemos de tiempo, ese bien tan escaso, para dedicarlo a aquello que siempre estaba pendiente.
En mi caso, que supongo es el de la generalidad, leo todo lo que puedo, con intervalos de variada duración, aplicados a labores de mantenimiento del hogar. Y una sugerencia: es tiempo de meditar, de acordarnos de los demás, de repasar nuestra existencia, de recordar lo que hemos hecho bien y no tan bien. Y estoy seguro de que, cuando concluya esta reclusión, seremos mejores.
En mis manos un ejemplar del libro “1.000 refranes chinos”, obra de un jesuita, editado en 1972 por la “Asociacion Española de Orientalistas”, que se me ocurrió curiosear por si decía algo sobre la actualidad que nos preocupa.
Pues bien, el refrán número 231 dice así: “Mil días en casa pasan a gusto, salir sólo una hora es un disgusto”.
Parece algo exagerado pero, sin ánimo de frivolizar, saquemos todo el provecho que podamos de nuestro hogar y, cuando salgamos, dos cosas: dar gracias a Dios y… todos a nuestra querida Sociedad Bilbaina.
Federico San Sebastián Flechoso
EXPRESIDENTE