Carta D. Javier Larena

Queridos socios y personal de la Sociedad Bilbaina:

Con mucha ilusión y no menor sensación de responsabilidad, por el incuestionable nivel de las plumas que han intervenido en los días precedentes, recojo el guante que con tanta generosidad y cariño nos brinda la Junta Directiva de nuestra querida Sociedad Bilbaina, al impulsar esta iniciativa tan novedosa -las circunstancias no dejan mucho margen de maniobra- y tan enriquecedora, que han venido a denominar, evidenciando una tremenda sensibilidad, “Seguimos en Sociedad”.

Y es que ahora más que nunca necesitamos aferrarnos a ella: en el quehacer universitario hemos sustituido el plano real por el virtual, el contacto directo por el digital, la pizarra por una fría pantalla... pero las personas no han cambiado.

Nuestros estudiantes requieren una atención mayor si cabe que la que les veníamos dando, ya que la tendencia a la desazón no prevista, a la deriva que genera lo desconocido, a lo incierto de su futuro en ese nuevo -y desagradable, por qué no decirlo- escenario que ha diseñado esta pandemia, constituyen ahora mismo unas nuevas y perniciosas variables que debemos controlar. Desde luego, doy fe de que en la Universidad de Deusto se está trabajando mucho y, a la vista de los resultados, acertadamente en ello. Y es que en esta línea está dirigiendo sus esfuerzos todo el conjunto de centros educativos, como no podría ser de otro modo en estas circunstancias. Lo veo en los colegios de mis hijos, lo observo en mis compañeros, lo aprecio en todos los que se implican en sacar adelante su tarea, ahora que es más complicada, con mayor ilusión y ahínco que nunca. Momentos tan extraordinarios requieren una respuesta de igual intensidad. Y si se está pecando de algo es de lo denodado de esta última: aflora lo humano, las personas, la sociedad. Y, cómo no, nuestra Sociedad. 

Volveremos a celebrar actos universitarios en ella, mucho antes de lo que esperamos -aunque mucho después de lo que nos gustaría-. A fin de cuentas, el hermanamiento entre dos instituciones de tanta raigambre y prestigio como la Sociedad Bilbaina y la Universidad de Deusto ha sido parte de la historia de una y otra, porque la cultura y el conocimiento van siempre de la mano. Porque el bilbainismo y la categoría que ambas atesoran, hacen que sus rumbos discurran paralelos a lo largo de nuestra ría. Porque ambas transmiten una impronta que se luce -y defiende- con orgullo. 

Por último, ya saliente de mi etapa como Presidente del Excelentísimo Club Taurino de nuestra Villa, permitidme también un recuerdo al mundo del toro. La cultura, que lo es, debe ser arropada en estos difíciles momentos. Tenemos la gran suerte de contar con dos clubes -nunca debemos olvidar el más antiguo y del que orgullosamente formo parte: el Club Cocherito- que defienden, promocionan y trabajan por la Fiesta en Bilbao, ya que es un elemento fundamental en la historia y esencia de nuestra ciudad. Volverá la tauromaquia a la Sociedad Bilbaina, la cultura, el arte, el sentido y la sensibilidad. Volverá la bendita rutina, al fin y al cabo, que ahora añoramos con auténtica emoción. 

Que todos lo veamos y que lo disfrutemos -como antes y como siempre, pero con ojos nuevos-, es ahora lo más importante. Cuídense mucho y nunca desfallezcan, porque queda poco ya, a buen seguro, y podremos brindar en el Bar Inglés para celebrar la vuelta a la vida. 

Un muy afectuoso abrazo a todos.

Javier Larena Beldarrain

SOCIO, PROFESOR TITULAR DE DERECHO PROCESAL DE LA UNIVERSIDAD DE DEUSTO
Y EX-PRESIDENTE DEL EXCMO. CLUB TAURINO DE BILBAO

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