15 de octubre de 2024
La Sociedad Bilbaina, asociación cultural y recreativa que este año cumple 185 años de existencia, ha celebrado hoy su aniversario con un acto institucional conmemorativo al que han asistido, además de los socios, personalidades de todos los ámbitos de la sociedad civil: administración, educación, política, economía, arte, humanidades, cultura en general, etcétera, así como los representantes de los clubes sociales de Bizkaia y los ganadores del premio Dama Bilbaina, que anualmente entrega esta entidad.
Entre las autoridades invitadas que se dieron cita en el acto institucional se pueden señalar a Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao; Ainara Basurko, Diputada Foral de Promoción Económica de Bizkaia; y María Soledad Garmendia, delegada del Gobierno. También estuvieron presentes el rector de la Universidad de Deusto, Juan José Etxeberria, y el subdelegado del Gobierno, Carlos García. Todos ellos tuvieron la oportunidad de firmar en el libro de oro de la Sociedad Bilbaina y fueron recibidos por Juan Goiria Ormazabal y por Alberto García Erauzkin, presidente y vicepresidente de la Sociedad Bilbaina.
El Alcalde de Bilbao durante su discurso, felicitó a la Sociedad Bilbaina «por sus 185 años de trayectoria. Una larga historia ligada a la ciudad de Bilbao, con la que ha vivido y convivido en tiempos de luz y de sombras, de alegrías pero también de tiempos difíciles, e incluso muy difíciles».
A continuación, Juan Mari Aburto se dirigió a las socias y los socios actuales, con un mensaje de agradecimiento: «Zorionak. Habéis sabido mantener esta institución, realizando un amplio abanico de iniciativas culturales, recreativas, deportivas, sociales, musicales, económicas o gastronómicas, entre otras, capaces de orientar e interrelacionar a sus socios y socias, siempre con una repercusión social en y para Bilbao».
Aburto concluyó con un emocionado «fiel compañera de nuestra ciudad en el extraordinario proceso económico, social y urbanístico que convirtió aquella Villa de mercaderes y navegantes en la punta de lanza de la minería, la industria y el sector financiero vasco y estatal. Y también, testigos y partícipes del desmantelamiento de la vieja ciudad industrial y del nacimiento de este nuevo Bilbao que ahora disfrutamos».
Por su parte, Juan Ignacio Goiria Ormazabal, presidente de la Sociedad Bilbaina, destacó en su alocución a los presentes «el papel fundamental» de esta entidad «en la vida social y cultural de Bilbao desde su fundación en 1839». Tal y como dijo, «este evento conmemora la rica historia y el prometedor futuro de la Sociedad Bilbaina con la asistencia de socios, autoridades y representantes de todos los estamentos de la sociedad, cultura, empresa, banca, deporte, universidad, clubes sociales, etcétera».
Según puso de relieve, a lo largo de tres siglos, la Sociedad Bilbaína «ha sido testigo de numerosos eventos históricos, manteniendo siempre su esencia de amistad, educación, cultura y excelencia».
La Sociedad Bilbaina, en palabras de su presidente, «mira hacia el futuro con entusiasmo, comprometida a ofrecer un espacio de encuentro y enriquecimiento para sus socios, donde la tradición y la modernidad se entrelacen para crear experiencias únicas y memorables». También aludió a la proyección internacional de la entidad, «abierta al mundo entero, gracias a las más de 250 corresponsalías con clubes de los cinco continentes».
Durante el acto, se rindió homenaje a los fundadores, socios, directivos y empleados de la entidad, que han contribuido «a su crecimiento y prosperidad». También hubo tiempo para reconocer a los galardonados con los premios Dama Bilbaina, quienes han demostrado, en palabras de Juan Goiria, «una dedicación y talento excepcionales».
El evento incluyó la degustación del menú “Tres Siglos”, elaborado por el Chef Carmelo Bengoechea, y contó con la participación de los socios María Jesús Cava (historiadora) y Luca Fanelli, (matemático y pianista), quienes enriquecieron la celebración con sus aportaciones.
Así, uno de los contenidos destacados del aniversario fue la conferencia a cargo de la profesora María Jesús Cava Mesa, catedrática emérita de la Universidad de Deusto y miembro de la Sociedad Bilbaina, titulada ‘A son de mar. Historias de la Sociedad Bilbaina en su 185.º aniversario’.
Según manifestó, «una conmemoración implica siempre un ritual de renovación en el que los referentes simbólicos que cohesionan a las comunidades o grupos expresan motivos festejantes, pero también proyectos en los que empeñarse. Este 185.º aniversario de la Sociedad Bilbaina me anima a evaluar la trayectoria y objetivos del prestigioso club. Pero también —y de cara a su proyección pública— a realzar los significados culturales, sociales, económicos, etcétera, que una entidad de tradición tan sobresaliente como esta representa, sin olvido de su aporte a la historia de Bilbao».
Desde sus orígenes, parejos a los clubes de cuño anglosajón, hasta la actualidad, han sido «innumerables» las historias que jalonan las distintas etapas de esta entidad, sus protagonistas, logros y vicisitudes. «Esa larga trayectoria hasta el año 2024 llega impregnada de relatos y bastantes anécdotas que nos descubren las peculiaridades de esta Sociedad Bilbaina. Al tiempo que subrayan su talante, dispuesto a mantener las esencias liberales de sus antecesores, respetuosa con su pasado, pero dispuesta a adaptarse a un entorno cambiante, como la propia sociedad de esta centuria».
El apartado artístico del aniversario lo constituyó la actuación musical de Luca Fanelli, doctorado en Piano por la Universidad de Róterdam e, igualmente, miembro de la Sociedad Bilbaina, que interpretó, entre otras, composiciones de Schubert y Chopin.
Breve semblanza de la Sociedad Bilbaina
Los orígenes
La Primera Guerra Carlista (1833-1839) estaba en sus últimas fases cuando 133 ilustres bilbaínos decidieron fundar un club social similar a los que iban apareciendo en otros países de Europa.
Así, un día de mayo de 1839, los fundadores de la Sociedad Bilbaina se reunieron y nombraron a la primera Comisión Directiva. Las primeras ocupaciones de esta comisión fueron seleccionar un local adecuado para el nuevo club y redactar el primer reglamento por el que se regiría la entidad.
La etapa de la Plaza Nueva de Bilbao
La Sociedad Bilbaina, a partir de ese momento, arrancó a toda máquina. De hecho, al año siguiente de su fundación ya contaba con 240 socios. La cuota de entrada, que al inicio se había establecido en cuarenta reales de vellón (2 duros), ascendió hasta los 100 reales (25 pesetas). La cuota mensual inicial, que era de tres pesetas, se mantuvo sin cambios hasta 1844, cuando subió una peseta.
Como a finales de 1843 los socios ya eran 300, al año siguiente se planteó la necesidad de trasladar la sede del club a un local más espacioso. El primer proyecto de expansión resultó fallido, pero se convirtió un anhelo permanente para la Sociedad Bilbaina. La iniciativa trató de retomarse en varias ocasiones (1847, 1857, 1866 y 1882), pero ninguna tuvo éxito
Génesis de la sede actual
Respecto al proyecto de cambio de sede de la Sociedad Bilbaina, cabe destacar que los terrenos del nuevo emplazamiento, conocidos como Terrenos de la Concordia, eran propiedad del Banco de Bilbao y su superficie medía algo más de 2.000 metros cuadrados.
Al concurso para el diseño del nuevo edifico se presentaron 13 proyectos. Los tres mejores, que recibieron premios en metálico, fueron, por este orden, el de Emiliano Amann, el de Manuel M.ª Smith, y el de Pedro Guimón. El arquitecto ganador del concurso, Amann, tenía 27 años y se había titulado dos años antes en Madrid. El empresario responsable de llevar a cabo la construcción fue Domingo Hormaechea. El edificio se inauguró el 25 de enero de 1913.
De la postguerra a la actualidad
Tras haber sufrido las vicisitudes de la Guerra Civil, en la década de los 40, marcada por el nuevo régimen político, la Villa padece la terrible escasez de la posguerra y asiste al estallido de la II Guerra Mundial.
El espacio que media entre el fin de la Guerra Civil (1939) y la celebración de los 150 años de la Sociedad Bilbaina (1989) está marcado por tres acontecimientos especiales: el edificio de la calle Navarra cumple sus primeros 50 años en 1963; la Sociedad Bilbaina crea su club de campo, proyecto que abarcó un periodo de seis años (1969-1975); y, por último, la Villa se ve envuelta en la catastrófica inundación de agosto de 1983.
Hoy, como hace 185 años, la Sociedad Bilbaina sigue siendo un referente en los ámbitos cultural, social y recreativo de Euskadi, con cientos de actividades de diversa índole programadas cada año, un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento, un amplio Catálogo de Patrimonio Artístico y una biblioteca y hemeroteca con fondos de gran valor, entre otros aspectos de interés.
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